La Comisión balear de Medio Ambiente ha emitido un informe favorable al proyecto de ampliación de la depuradora de Santa Eulària, aunque advierte de que el riesgo de contaminación del acuífero durante las obras es «alto». La dirección general de Recursos Hídricos sostiene que se puede ejecutar la obra siempre y cuando se adopten medidas para evitar fugas que puedan afectar a la vena subterránea de agua y los pozos de suministro urbano. Durante las obras, el Govern obliga a realizar análisis semanales sobre la calidad del agua en el pozo que se encuentra cerca de la planta y que abastece a la población. Al final de cada jornada laboral, los operarios deberán dejar totalmente limpia la zona de escombros y maquinaria para evitar que puedan ser arrastrados por la lluvia. Al encontrarse el solar de la depuradora en una zona inundable, la Comisión balear de Medio Ambiente también ordena que los excedentes de los movimientos de tierra se trasladen a un vertedero controlado el mismo día que se produzcan. Como medida compensatoria, el Govern pide que se retire la acumulación de residuos sólidos del fondo marino en la zona por donde pasa el emisario.
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